miércoles, 2 de septiembre de 2009

De regreso.

Regreso de "vacaciones":

Y resulta que la gripe A no deja de sonar y sonar en los tablones mediáticos. Sale el ministro de Educación, la ministra de Sanidad y dicen que no nos preocupemos, que es como la gripe común, que si estás sano no pasa nada. Y digo yo, entonces, ¿para que tanto revuelo?, para que plantearnos que si cerramos o no colegios. No lo entiendo.

Y resulta que no se sabe cuando dictará sentencia el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, que dijeron que para septiembre y bueno que quizás si, o quizás no.

Y resulta que a los jueces, estos de tanto prestigio y tanto pedigrí, se les escapa una etarra mala malísima y el ministro Rubalcaba dice que la culpa no es de los jueces ni de la policía, que es de los franceses que han perdido una "euroorden". Y digo yo que igual que puso el juez una fianza de 12.000 €, podía haber impuesto prisión a la susodicha... no se, soy lego en la materia, pero el caso es que la etarra mala malosa está libre en vez de estar siendo juzgada. Y el recuerdo de los guardias civiles asesinados desgraciadamente parece haberse borrado....

Y resulta que lo único bueno que se me ocurre poner es que parece que los datos de accidentes de tráfico han bajado.

Pero no puedo evitar sentir que todas estas cosas no son mas que columnas de humo que se lanzan para distraernos de lo que realmente resulta bochornoso, mucho más bochornoso que este Badajoz nuestro en verano a las 4 de la tarde y que son las mentiras de nuestro presidente.

Un presidente que no es que improvise o no sepa que carajo hacer con el país que gobierna, lo peor es que es un mentiroso compulsivo.

Mentiroso, pero un mentiroso profesional, un mentiroso que sabe que está falseando y engañando y que sigue haciéndolo porque no hay nada ni nadie que le importe en estos momentos mas que él y su propio puesto.

Pleno empleo, brotes verdes, nunca una subida de impuestos, y un sin fin de "pinochadas"....


¡Qué poca vergüenza!

Y lo peor no es que él mienta si no que los demás se quedan mirando sin hacer nada. Entran al trapo de la estéril discusión de si 420 € a partir de julio o junio, que si desde enero o diciembre. Otros se lanzan a una carrera suicida de acusaciones de espionaje al estilo James Bond, usando de manera burda las mismas armas que usan los otros contra ellos, ese tan conocido "difama que algo queda"....

Y para postre, los sindicatos, callados, sumisos, unos porque son de la rosa en el puño, otros porque todavía no han salido del éxtasis que supone ver a Cayo Lara con el pin republicano hablando con el Rey. Y todos, todos, lamiendo con una sumisión que produce arcadas, la mano del amo, la mano que les da de comer.

Y el mentiroso moviendo los brazos arriba y abajo como un androide mal programado, engolando la voz al modo que sus asesores le enseñaron, mintiendo, gastando el dinero de todos en planes absurdos, improvisando, mintiendo y volviendo a improvisar....

¡¡¡¡Menudo regreso!!!!

1 comentario:

Bárbara Paraula dijo...

Bon día xiquet.

Yo más que insistir en que Zapatero es un mentiroso, diriá que es un irresponsable.
No se puede tener semejante responsabilidad y venir con medidas-ocurrencia. Que menos que buscarse a los mejores asesores, tanto socialistas como liberales, y trazar todos juntos UN PUÑETERO PLAN INTEGRAL para cambiar el modelo productivo. Porque ¿de que nos sirve volver a generar crecimiento basado en la construcción y en la burbuja inmobiliaria? (y conste que aquí estoy tirando piedras contra mi propio tejado porque mi mayor patrimonio son mis inmuebles).

Creo que nadie de los que critica/apoya a nuestro presidente sabe como carajo se sale de la crisis, y que si estuvieran en el poder y no consultaran al resto que hay que hacer para salir de ahí, harían chapuzas parecidas.
Por eso, porque si nos vamos a la mierda debe de ser porque la inteligencia humana ya no da más de sí, seguros de que hemos hecho el mayor esfuerzo posible TODOS, la única salida es ese gran pacto del que hablábamos hace tiempo y que tan acertadamente pidió Rosa Díez.