lunes, 3 de agosto de 2009

El T.C.

Entre el dolor de los últimos atentados, los montes carbonizados por culpa de los incendios y el hastío general que trae el estío, leo lo siguiente:



Y entresaco los siguientes párrafos.

"El PP recurrió el nuevo Estatuto ante el Constitucional hace tres años".

"Nadie se atreve a pronosticar cuánto tiempo tardará el tribunal en tener un fallo tras su regreso en septiembre, porque al parecer aún persisten los desacuerdos en aspectos tan sustanciales del Estatuto como el término nación que incluye el preámbulo o el modelo de financiación autonómica que establece con el Estado".


¿Porqué esta tardanza?.

En el mundo de los juicios rápidos, ¿tan complicado resulta determinar si un texto se ajusta o no a la Constitución?.

La respuesta es no.

Hemos visto como las prisas de los políticos hacen que se dicten autos de procesamiento a la velocidad del rayo, que se anulen listas o se dejen de anular. Que se investigue si Franco ha muerto o que se pida la extradición de Pinochet.

La justicia puede ser rápida pero en este caso algo la está frenando....

La frena el incumplimiento de la independencia de poderes que promulga la misma Constitución. Los jueces que han de dictar sentencia no sólo miran el texto legal, de reojo escudriñan atentos lo que sus jefes, los que les nombraron, piensan, desean o parecen querer.

Los presupuestos del año que viene, la estabilidad institucional, la mayoría-minoría del gobierno en las cortes dependen de un puñado de escaños que están en mano de los partidos nacionalistas. Escaños, que a su vez representan una cantidad ínfima de votos en el conjunto del territorio nacional. Esos son los verdaderos frenos que impiden que sesudos magistrados den su opinión y dicten sentencia.

Sintetizando, la sumisión de un gobierno a una minoría nacionalista, los tentáculos de una más que injusta Ley Electoral son los que apresan y dejan sin capacidad de actuación al "independiente" estamento judicial.

Y mientras, se actúa con total impunidad y falta de solidaridad por parte de unos territorios "crecidos" ante tal situación.

Y se consiente.