Miro una y otra vez la imagen de la manifestación bética en Sevilla. Unos dicen que 40000, otros que 50000 y los más osados que 60000.
60000 almas saliendo a la calle para pedir que se devuelva la "dignidad" a un club.
Y patidifuso me hallo al comprobar que lo que no consiguen los índices de paro y el no poder llegar a fin de mes lo consigue el famoso "esférico".
Y digo yo si es que ya hemos llegado a un punto de insensibilidad tal que sólo esas pasiones desbordadas que nos da el balompié nos hacen salir de la apatía. Que de la frase pan y circo hemos pasado hasta del pan y sólo nos importa el circo.
Este tipo de fotos me dan mucho que pensar....
60000 almas saliendo a la calle para pedir que se devuelva la "dignidad" a un club.
Y patidifuso me hallo al comprobar que lo que no consiguen los índices de paro y el no poder llegar a fin de mes lo consigue el famoso "esférico".
Y digo yo si es que ya hemos llegado a un punto de insensibilidad tal que sólo esas pasiones desbordadas que nos da el balompié nos hacen salir de la apatía. Que de la frase pan y circo hemos pasado hasta del pan y sólo nos importa el circo.
Este tipo de fotos me dan mucho que pensar....
2 comentarios:
Te entiendo pero cualquier forma de reivindicar algo siempre es bueno. Aquí se pide que el club vuelva a ser del pueblo, que no está nada mal, pero está claro que el fútbol mueve a las masas. Lo mismo si la crisis y el paro siguen subiendo se tiene que echar la gente a la calle. Esperemos que no pase.
Un abrazo desde el sur. Aquí también estamos en la batalla por hacer de UPyD el tercer partido español.
JL
Hola D.Badajoz!
Le echaba de menos.
Hombre yo creo que el tema está claro. La política no es del pueblo, no tenemos nada que ver con esa casta que nos gobierna. No nos sentimos escuchados, ni representadas, no creemos que nada de lo que digamos o hagamos pueda hacer cambiar a la panda de cabrones del Parlamento (con algunas excepciones).
Y aún cuando pudieramos hacer algo en política nacional... todavía tendríamos que luchar contra las grandes empresas transnacionales y los intereses internacionales.
En cambio los presidentes de los clubs parecen que nos temen mucho más.
Un saludo amigo.
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