Recuerde el alma dormida, decía el viejo poema.
Pues eso, recordando, recordando, me llegan a mi mente las imágenes del carnaval del año pasado. Recuerdo los tambores, el colorido, los miles de brillos, la cara de ilusión de los más pequeños y el derroche de imaginación de algunos disfraces. Recuerdo eso y recuerdo también algunas otras cosas.
El olor agrio de la cerveza derramada y no limpiada, el olor del orin de garajes y esquinas, recuerdo los vasos de plástico tomando el sol en las plazas y el aún recuerdo el pegajoso sonido de mis pies al caminar por Badajoz.
Recuerdo como en mi trabajo, la conversación no era otra que lo sucia que estaba la ciudad en aquellos días.
Ahora parece que nadie se acuerda de aquello, las actitudes indignadas no aprecen y mucho me temo que si no se ha puesto remedio por parte del Ayuntamiento de Badajoz los hechos volverán a repetirse este año.
Esperemos que no que el Concejal de Limpieza tenga un poco de memoria y vergüenza torera y no tropiece otra vez con la mimsa piedra.
El Carnaval de Badajoz es parte de ese Patrimonio común de todos los ciudadanos pacenses, es nuestro orgullo y como buen tesoro ha de estar y mantenerse, limpio, sano, con buen olor y color, que se pueda enseñar al mundo con la cabeza muy alta.
Vuelve a ser labor de los gobernantes hacer que esto sea así.
Pues eso, recordando, recordando, me llegan a mi mente las imágenes del carnaval del año pasado. Recuerdo los tambores, el colorido, los miles de brillos, la cara de ilusión de los más pequeños y el derroche de imaginación de algunos disfraces. Recuerdo eso y recuerdo también algunas otras cosas.
El olor agrio de la cerveza derramada y no limpiada, el olor del orin de garajes y esquinas, recuerdo los vasos de plástico tomando el sol en las plazas y el aún recuerdo el pegajoso sonido de mis pies al caminar por Badajoz.
Recuerdo como en mi trabajo, la conversación no era otra que lo sucia que estaba la ciudad en aquellos días.
Ahora parece que nadie se acuerda de aquello, las actitudes indignadas no aprecen y mucho me temo que si no se ha puesto remedio por parte del Ayuntamiento de Badajoz los hechos volverán a repetirse este año.
Esperemos que no que el Concejal de Limpieza tenga un poco de memoria y vergüenza torera y no tropiece otra vez con la mimsa piedra.
El Carnaval de Badajoz es parte de ese Patrimonio común de todos los ciudadanos pacenses, es nuestro orgullo y como buen tesoro ha de estar y mantenerse, limpio, sano, con buen olor y color, que se pueda enseñar al mundo con la cabeza muy alta.
Vuelve a ser labor de los gobernantes hacer que esto sea así.
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